Hermanos y hermanas de América del Sur:
Este 8 de diciembre, en el Cusco, en las entrañas de lo que fue el Imperio de los Incas, por la voluntad política de sus jefes de Estado, nace la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Se hace realidad el sueño integrador del Libertador Simón Bolívar, postergado durante 180 años.
Coincide este acontecimiento histórico con la conmemoración de los 180 años de la Batalla de Ayacucho, aquella épica jornada en la que combatientes llegados de todos los confines de América del Sur sellaron nuestra independencia. La vocación de los habitantes de estas tierras por la unidad sudamericana siempre ha estado presente a lo largo de nuestra historia.
No es casualidad que el nacimiento de la Comunidad Sudamericana de Naciones tenga como escenario el Cusco, la capital de los incas, donde se conserva la Piedra de los 12 ángulos, bloque monolítico que ahora simboliza a las 12 naciones de América del Sur unidas por un destino común.
La ubicación geográfica del Perú, en el centro de Sudamérica, con cinco fronteras, un extenso litoral y dominio marítimo, ha hecho que nuestro país tenga una decidida vocación por la integración plena con las naciones de la región.
La Comunidad Sudamericana de Naciones nace también en el Cusco para fomentar un enfoque de integración regional descentralizada, que vincule las regiones interiores de nuestros países, no sólo las capitales y sus grandes centros de negocios. Tenemos que hacer que la integración sudamericana involucre a las autoridades regionales, a los pequeños poblados, a los actores de la sociedad civil.
El nacimiento de la Comunidad Sudamericana de Naciones y nuestro deseo de hacer realidad la integración sólo tiene sentido si ésta viene deliberadamente acompañada por la inclusión social, que significa un respeto por la diversidad cultural.
Esta integración pone en las manos de nuestros pueblos la capacidad de poder construir su propio destino de abajo hacia arriba. Pasos concretos en esa dirección son el acuerdo entre la Comunidad Andina de Naciones y el Mercado Común del Sur y la construcción de la carretera Interoceánica entre el Perú y Brasil.
Este trascendental paso nos compromete a avanzar juntos en la gran tarea de derrotar a la pobreza y hacer de esta naciente comunidad sudamericana una región de paz, justicia social, solidaridad e integración abierta al mundo.
Bienvenida, Sudamérica Unida
Alejandro Toledo
Presidente de la República